sábado, 15 de septiembre de 2007

La Realidad Nacional de un País



Pasan los años y este escribidor ya casi llegó al medio siglo de vida, algunos de mis pelos están blanqueando y me suelen decir “señor” por la calle, por lo que creo me puedo considerar un adulto.

También creo tener derecho a opinar algo sobre mi país (mi lorcho Perú) y por qué no sobre el mundo. Al fin y al cabo estamos viviendo en una democracia, supuestamente la panacea de los estilos de gobierno en la historia de la humanidad.

No dediqué demasiado tiempo a especular filosóficamente para encuadrar esta opinión dentro de los estándares convencionales del pensamiento humano, pero considero que la experiencia que cargo encima me da cierta fundamentación acerca de lo que considero como la “Realidad Nacional” de un país en vías de desarrollo, como el mío.

Muchos hechos me han llevado a pensar que los ciudadanos de los países en desarrollo somos los “grandes timados”, no es exageración ni malcriadez. Si hacemos un análisis atinado de las razones por la que países con muchos recursos naturales como Perú, Bolivia, Zaire, y muchos más, tenemos un ingreso per cápita bajísimo, condiciones de salubridad alarmantes, nivel de inversión en educación de los más modestos en el mundo.

¿Pero cuál será la razón?, es que nuestros antecedentes históricos o condiciones geográficas nos condenan a ser pobres, y no tenemos más remedio que "aceptar ser pobres para toda la vida, generación tras generación" pues ¡allí está detalle! Nuestros gobernantes siempre se “han esforzado” por meternos a la cabeza hasta internalizar bien adentro la convicción de que “somos pobres” y que deberán pasar muchos, muchos años de evolución antes de que “seamos ricos”.

¿Y a que se deberá esto?, ¿por qué les convendrá tanto establecer que todo el mundo en el país tenga entendido que “es pobre”? Pues tiene sus ventajas si lo vemos desde el punto de vista de los que gobiernan, tendrían los siguientes beneficios:

-La gente no reclamará cuando no se invierta o se invierta poco en lo correspondiente a los servicios públicos (salubridad, educación, carreteras, energía eléctrica, seguridad, etc.)
-La gente no reclamará cuando el Estado no dedique recursos a promover o generar fuentes de empleo, no vieron que “El Estado es deficiente” y "no tiene recursos" todo debe dejarse a la iniciativa privada o a la inversión extranjera ( que tal lavada de manos).
-La gente no objetará cuando El Estado se apropie ilícitamente de parte o de la totalidad de los fondos públicos destinados a objetivos predeterminados, como son el fondo del Seguro Social, que son aportados por los contribuyentes y sólo a ellos les pertenece ya que no son impuestos sino fondos públicos. El Estado argumenta que se requiere para otros asuntos y además porque “somos un país pobre”.
-No reclamarán cuando el Estado haga “desaparecer” un fondo como el del FONAVI, acaso los préstamos a los beneficiados por viviendas ¿han sido sin devolución? Entonces ¿donde está el fondo? Tiene el Estado derecho a apropiarse de los recursos de los ciudadanos y luego decir “ya no hay nada, y olvídense porque somos un país pobre”. Sin embargo la cuestionada recaudadora de impuestos SUNAT no perdona ninguna a nadie (tumba sin igual a empresas y personas). ¿No hubiera sido una solución lógica que la cantidad aportada al FONAVI sirva como un crédito fiscal a los aportantes en los futuros ejercicios? y así bajar en algo el leonino Impuesto a la Quinta Categoría ¿Dónde están los Congresistas, el Defensor del Pueblo, La Asociación de Consumidores y Usuarios?
-Nadie reclamará el tener establecidos los impuestos más altos del mundo: IGV 19%, siendo en USA 8%, en Europa 12%. Como si fuera poco tenemos un impuesto extra a los combustibles el ISC que supuestamente es para productos suntuosos (whisky, autos de lujo, etc.) pero aquí en el Perú lo tenemos a un producto de consumo masivo. ¿Quién es el primer empobrecedor de los peruanos? saquen su cuenta. Parece que la excusa otra vez es la misma “somos un país pobre” y el Estado debe recaudar impuestos a como de lugar, ¡el bolsillo de los contribuyentes no importa!


La pobreza está en nuestras mentes, si nosotros decidimos que somos pobres, pues pobres seremos, si decidimos ser ricos, también ricos seremos. En nosotros está revertir este círculo vicioso de auto condena, miremos con optimismo, trabajemos duro y cumplamos nuestros deberes ciudadanos, pero también exijamos a los gobiernos transparencia en las cuentas públicas, transparencia en la información , transparencia en la recolección de impuestos, transparencia en la forma de cómo se ejecutan los presupuestos. Recordemos finalmente que nuestro país tiene muchos recursos naturales, que nosotros somos los beneficiarios de éstos, que los gobernantes no son los “dueños” del dinero del país, son meros administradores de la hacienda pública y nos deben dar cuenta de los resultados a nosotros los dueños del país, los ciudadanos.

¡Dios Salve a los Ciudadanos!